Tanto la disciplina como los sentimientos determinan en gran
manera las cosas que obtenemos de la vida. En este mensaje de superación
personal veremos que tanto ser una persona muy disciplinada como una muy
sentimental tiene sus beneficios como sus consecuencias en el logro de tus
metas.
Las personas que se dejan guiar mucho por sus sentimientos
suelen ser vistas como personas que viven realmente la vida. Expresan frases
como:“Lo que importa es el momento” o “Hay que disfrutar el
ahora” afirmaciones que los llevan a menudo a ser personas con gran capacidad
para tomar acción. Y como siempre menciono en mis mensajes de superación la
ACCIÓN es el puente para lograr tu superación personal.
Sin embargo también tienden a caer muy frecuentemente en la
falta de acción o en abandonar al primer problema u oposición. Dejarse guiar
demasiado por las emociones nos conduce a detenernos en medio del camino si nos
sentimos deprimidos, cansados o desmotivados.
Por otro lado la persona disciplinada resuelve el problema
de los sentimientos tomando acción a pesar de que no se encuentre muy motivada.
Es decir que no le hace falta sentirse bien para realizar alguna acción que lo
acerque a su meta.
Cuando nos volvemos disciplinados no importa el clima, si
tuvimos un mal día o si sentimos cansancio. La prioridad es actuar de manera
consistente y esta actitud a menudo lleva a las personas a lograr grandes
cosas.
El problema de ser demasiado disciplinado es que a veces uno
puede concentrarse demasiado en la acción que lleva a cabo aún si esa tarea lo
aleja de sus valores principales. Las personas que trabajan demasiado pueden, y
a menudo lo hacen, descuidar sus relaciones y otras áreas por lograr ambiciosas
metas profesionales.
Con el propósito de lograr nuestras metas con la máxima
eficiencia debemos darnos a la tarea de encontrar la combinación ideal de
sentimientos y disciplina. Una des-balance en alguna de estas dos cualidades nos
puede producir resultados negativos.
Necesitamos tener la emoción para que nuestras acciones sean
fuertes y también necesitamos la disciplina para llevar a cabo nuestros planes
a pesar de los malos momentos.
Cosas que se pueden lograr con metas SENSORIALMENTE claras
que concuerden con nuestros valores principales. Y con una revisión frecuente
de las acciones del plan que se ha puesto en marcha. Muchas veces los
“aparentes mejores planes” pueden ser los más eficaces pero en un punto nos
alejan de aquellas cosas que son realmente importantes.
Por último quisiera terminar con unas palabras que escuché
de Anthony Robbins:
“Puede ser que al final de tus sentimientos acabes con las
manos vacías, pero siempre al final de una disciplina hay una promesa”
Si te ha gustado este mensaje de superación personal déjame
tu comentario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario